*Mis motivaciones para compartir con ustedes este artículo son profesionales y personales, considero que estar informado es esencial para tomar posición y actuar en nuestro entorno. Espero que El Diván-Nicaragua sea un espacio de diálogo e intercambio de información.
En Nicaragua el suicidio continúa siendo para la población
en general un tema del cual no se tiene suficiente información y por consiguiente
el abordaje de éste queda simplificado a juicios de valor por parte de algunas personas. Debido a lo difícil que es abordarlo y vivirlo algunas familias lo
rechazan y otras prefieren no hablarlo; otros lo consideran una situación ajena
a su realidad. No obstante las cifras en Nicaragua nos muestran lo contrario.
En el año 2007 en Nicaragua 13.21 de cada 100,000 ciudadanos
murieron por suicidio. Esta cifra duplica la de Costa Rica que presentó 7.14
por cada 100,000 habitantes, según Organización Panamericana de la Salud, OPS. Siendo
Nicaragua el país más alto de la región. En Estados Unidos se calculan
alrededor de 30,000 muertes al año a causa de este suceso, es decir 9.3
suicidios por cada 100,000 habitantes según datos del Instituto Nacional de
Salud Mental, NIMH.
Las cifras mencionadas anteriormente no incluyen los intentos
ni las ideaciones suicidas, las cuales podríamos suponer que son aún mayores. En
este artículo daremos a conocer las múltiples causas del suicidio, como
abordarlo, prevenirlo y desmitificaremos algunas ideas que se tienen sobre este
tema.
Las causas del suicidio son múltiples y no existe un factor único
como desencadenante. Las personas que
tienen riesgo a cometer suicidio presentan un sin número de diversos factores
dentro de su historia familiar y personal como: depresión (antecedentes familiares
y en la persona que comete el suicidio), bipolaridad, suicidio en algún
familiar de primer grado, tendencia a autolesionarse, adicción a sustancias,
violencia intrafamiliar, abuso sexual, entre otros.
La ideación y acto suicida, así como todas las demás
conductas y pensamientos del ser humano son el producto final o respuesta del
organismo ante una situación o enfermedad. Las motivaciones para el suicidio
son muy diversas y van desde estresores ambientales (violencia, problemas
económicos, abuso, duelo) hasta patológicas (bipolaridad, depresión, adicción a
sustancias). El suicidio es la manifestación objetiva de la necesidad y falta
de accesibilidad a un especialista de la salud mental, ya que en la mayoría de
los casos las personas que han realizado un intento suicida padecen de un
trastorno del estado de ánimo.
De acuerdo a una
investigación realizada por la revista JAMA Psychiatry de la Asociación Americana de Medicina sobre el
suicidio en adolescentes en Estados Unidos reveló que: el 4.1 % de los adolescentes
ha realizado un intento suicida; en cuanto a la ideación suicida es un poco más
frecuente y ocurre en un 12 % de los adolescentes.
La investigación referida concluyó que de esas personas que cometieron intentos suicidas el 96% de ellos padecía de algún trastorno del estado de ánimo. Siendo el más común el trastorno depresivo mayor o trastorno distímico con 76%; el otro 13% estaban diagnosticados con bipolaridad. En cuanto a la ideación suicida el 86 % de los casos fueron diagnosticados, y de ese segmento el diagnóstico prevalente con 57% fue el trastorno depresivo mayor. Como resultado la ideación suicida es considerablemente menos patológica que el suicidio y más frecuente en los adolescentes.
En conclusión diversas enfermedades psiquiátricas pueden
culminar en suicido, por lo tanto se trata de un tema de salud pública el cual
requiere de la atención del Minsa y demás autoridades correspondientes a través
de campañas y planes estratégicos para mitigar este fenómeno y dar el espacio
correspondiente a la salud mental en las
escuelas, centros de salud y hospitales. La compresión de los trastornos
mentales como una enfermedad cualquiera que se puede prevenir y que se puede
tratar es primordial para avanzar en la prevención del suicidio y otras situaciones
relacionadas a la salud mental. Si bien los trastornos del estado de ánimo
están asociados al suicidio, siempre hay excepciones y en ocasiones las
determinantes de la conducta suicida pueden ser psicológicas o ambientales (divorcio,
accidente, duelo, abuso sexual, violencia intrafamiliar)
Ahora bien, teniendo en consideración la información sobre las múltiples causas que
pueden conducir a una persona al suicidio, es posible identificar algunas
pautas para acompañar o ayudar a personas que presentan depresión, ideación
suicida o hayan realizado un intento suicida con anterioridad. Es esencial saber que la vida de la persona se
puede resguardar si se tiene la información adecuada de cómo proceder y si se
cuenta con el servicio profesional de un psicólogo o psiquiatra.
Sintomatología
de una persona deprimida
- Estado de ánimo decaído, en ocasiones hipersensible o irritable, ansiedad ante las situaciones más simples, dificultad para tomar decisiones y empezar el día.
- Disminución o pérdida de interés en las actividades académicas o laborales, cambios en su comportamiento habitual.
- Sentimiento de infravaloración, tendencia a percibirse de manera negativa y desalentadora.
- Cambio en los patrones de sueño, puede ser insomnio o un aumento considerable en las horas de dormir.
- Abuso o adicción a sustancias (alcohol, cocaína, ácidos).
- Pérdida de interés en los amigos, actividad sexual y actividades en las que participaba antes.
- Aislamiento.
- Sentimiento de culpa, vergüenza u odio a sí mismo.
- Traumas recientes: divorcio, separación, culminación de una relación, pérdida del empleo.
- Ideas o pensamientos recurrentes sobre la muerte.
- Ideación suicida.
Una persona que presenta estos síntomas requiere
de apoyo profesional, para conservar y promover su salud mental y bienestar
general. Si tiene algún amigo o familiar que padece estos síntomas es
conveniente que esté consciente que bajo ningún motivo debe juzgar su situación,
sino lo contrario; procure establecer una comunicación sincera y confidencial
con esa persona y así tratar de esclarecer su situación. Posteriormente podrás
recomendarle visitar a un psicólogo.
Un error común en que recaen familiares o
amigos con personas depresivas y/o con tendencias suicidas es tratar de animar a la persona enfocándose
estrictamente en lo positivo con comentarios como: No tenes ninguna razón por
la cual estar deprimido, sos una persona con muchas cualidades, ¡Por qué te
queres quitar la vida! Hay mucho por delante.
Estos comentarios “motivadores” suelen ser
asimilados por la persona depresiva o suicida como un rotundo fracaso para
establecer relaciones empáticas, lo cual puede llevar al sujeto a sentirse más
incomprendido, en soledad y tender más hacia el suicido. Una de las
características a tomar siempre en cuenta de la persona suicida y/o depresiva es la visión de túnel, es decir no
encontrar otras alternativas a los problemas; sólo una solución en particular.
Es por ello que se tiene que ser muy cuidadoso al momento de intentar abordar esta
problemática y no recriminar ni tratar de rebatir los comentarios o ideas que
tiene el sujeto sobre su situación.
Recomendaciones
finales
- Consulte a un psicólogo o psiquiatra. Tu situación puede mejorar.
- En el caso de que no cuentes con una situación financiera estable puedes recurrir al centro de atención psicosocial “Ignacio Martín Baró” UCA.
- Llamar 1818 línea gratuita del Hospital Psicosocial “José Dolores Fletes” en casos de emergencia.
Ignacio Sandino
Bibliografía
- Nock MK, Green JG, Hwang I, et al. Prevalence, Correlates, and treatment of lifetime suicidal behavior among adolescents: results from the national comorbidity survey replication adolescent supplement. JAMA psychiatry. 2013; 70:300-310.
- www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/23303463
- OPS Informe subregional de suicido Centroamérica y República Dominica 1988-2008
- Handbook of intensive, Brief and Emergency Psychotherapy (B.E.P.) second edition, 1993. Bellak Leopold, M.D.
- www.nimh.nih.gov/index.shtml
- Psychodynamic psychiatry in clinical practice/ Glen O. Gabbard-The DMS-IV ed. 1994 American Psychiatric Press, Inc.
En la siguiente infografía te presentamos la tasa
de suicidios por año en Nicaragua,
Estados Unidos y Costa Rica.
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